La Santísima Trinidad

La Santísima Trinidad es santa porque es Una. Si te excluyes a ti mismo de esta unión, estás percibiendo a la Santísima Trinidad como desunida. Tú no puedes sino estar incluido en ella porque la Santísima Trinidad lo es todo. A menos que ocupes el lugar que te corresponde en Ella y cumplas la función que por ser parte de Ella te corresponde llevar a cabo, la Santísima Trinidad estará tan desposeída como tú. Ninguna de Sus partes puede estar aprisionada si es que su verdad ha de conocerse. * 
Nada puede prevalecer contra un Hijo de Dios que encomienda su espíritu en las Manos de su Padre. Al hacer esto, la mente despierta de su sueño y recuerda a su Creador. Toda sensación de separación desaparece. El Hijo de Dios es parte de la Santísima Trinidad, pero la Trinidad en sí es una sola entidad. No hay confusión entre Sus Niveles porque éstos son de una sola Mente y de una sola Voluntad. Este propósito único crea perfecta integración y establece la paz de Dios. Pero esta visión sólo la pueden percibir los verdaderamente inocentes, quienes al ser puros de corazón, defienden la verdadera percepción en vez de defenderse de ella. Puesto que entienden la lección de la Expiación no tienen el deseo de atacar, y, por lo tanto, pueden ver correctamente. Esto es lo que la Biblia quiere decir con: "Cuando Él aparezca (o sea percibido) seremos como Él, pues lo veremos tal como Él es" *









Texto de Un Curso de Milagros