¿A quién Escuchas?


La mente le pertenece al Espíritu que Dios creó, 
y que, por lo tanto, es eterno. *

Eres Un Solo Espíritu, Una Sola Mente. Un Solo Ser. El Ser de Dios. El Hijo de Dios. Pero no crees totalmente esta verdad y por eso percibes algo distinto. Eso hace que albergues dos voces en tu mente, la del ego y la del Espíritu Santo, es decir, cuando tomas decisiones o las tomas con el ego 'previendo' lo que te podría suceder, o las tomas a través del Espíritu Santo dejando que sea Él quien te guíe.  Si vivieras y creyeras en la Unidad del Ser escucharías una sola Voz. Albergarías una sola Voz en tu Mente. La de tu Espíritu.
Su Voz te dirá que eres parte de Él cuando estés dispuesto a recordarle y a conocer de nuevo tu realidad. No permitas que nada en este mundo demore el que recuerdes a Dios, pues en ese recordar radica el conocimiento de ti mismo. *
Si escuchas a uno no puedes escuchar al otro.
Cada día, cada hora y cada minuto, e incluso cada segundo, estás decidiendo entre la crucifixión y la resurrección; entre el ego y el Espíritu Santo. El ego es la elección en favor de la culpabilidad; el Espíritu Santo, la elección en favor de la inocencia. De lo único que dispones es del poder de decisión. *
¿Cómo surgieron uno y otro?

El ego y el Espíritu Santo surgieron en un instante de terror en el que una parte de la Mente Unificada, creyó estar separada de Dios.  Así, en ese instante, surgieron la idea de la separación, a la que llamamos ego, y la Respuesta que Dios dio a tal descabellada idea: el Espíritu Santo. Demostrándole que la separación no es y nunca podrá ser real. Lo que es Uno ahora, es Uno para siempre y nunca podrá estar dividido.

El Espíritu Santo, la Voz que habla por Dios, corrigió el error, corrigió la idea de la separación en el mismo instante en que surgió, pero Su Respuesta no pudo ser escuchada por la mente errada porque no reconoció el problema como lo que es. La mente errada se sentía culpable, y en su dolor creyó que se había separado de Dios. Creyó que ella era el ego y negó la Corrección. Necesitaba verse de otra manera para aplacar su culpabilidad.

En ese instante el ego había logrado persuadirla para que creyera que estaba separada y había atrapado ese instante de terror y lo había 'estirado', fabricando el tiempo lineal. De esta manera podía evitar el momento presente donde la Mente Unificada Es. Así el ego dice a la mente: "Mira lo que has hecho ¡te separaste de la Luz! ¡te separaste de Dios! mejor escapa porque si Dios te atrapa te aniquilará!" y así siempre está oscilando entre el pasado y el futuro, pensando en lo que hizo y en lo que puede hacer.

Así fue como la mente errada hizo suya la idea de la separación. Proyectó lo que creyó era 'su idea de separacióny fabricó este mundo ilusorio para poder ver y vivir lo que creía era su verdad. Introdujo la noción de la percepción, así había grados, niveles, con los que poder comparar y juzgar. Como mente dividida, fabricó las formas, los cuerpos -donde cada mente se alojaría- y vivirían en este mundo regido por el espacio y el tiempo y donde morirían para volver a nacer y perpetuar así la ilusión.

Pero la Mente Única pertenece al Espíritu, al Ser de Dios, al negar el Espíritu la mente dividida dejó de escucharlo, pero nunca ha dejado de Ser Espíritu.  Para el ego el Espíritu es una amenaza, porque Su Presencia Es Luz, y donde hay Luz no puede haber obscuridad. Por eso lo rechaza y lo niega. Mientras la mente errada crea ser el ego, mientras siga escuchándole, seguirá negando al Espíritu.

Esta parte de la mente proyecta las creencias del ego en el mundo, por eso percibe una falsa realidad. Percibe formas y cosas concretas,  cree que hay algo externo a ella y que eso externo son formas, cuerpos, muy reales. Al ego le resulta inconcebible otra manera de ver más que ésa. La forma es 'lo conocido' y todo lo abstracto es 'lo desconocido'. Tu mente dormida aprendió a verlo todo con los ojos del ego, si lo que ves sigue sus reglas entonces es real, si no las sigue no lo es. La mente errada sigue escuchando al ego porque su sentimiento de culpabilidad aún es muy grande. 

En cambio el Espíritu Santo está esperando a ser escuchado y, mientras tanto, susurra la verdad de múltiples maneras, hasta que finalmente nos decidamos a darle toda nuestra lealtad.
El Espíritu Santo mora en la parte de la mente que yace entre el ego y el espíritu, mediando siempre entre ellos en favor del espíritu. *   
El ego dice que tienes que sentirte culpable. Y te muestra un mundo que no puedes dejar de juzgar. Cuanto más juzgas más culpable te sientes pues cada vez que juzgas algo, lo haces real, y te separas más del Creador.

El Espíritu Santo te enseña que no hay culpabilidad pues la separación nunca ocurrió. Este mundo que vivimos no es real. Sigues siendo el Hijo de Dios, Puro y Perfecto tal como Él te Creó. Tu mente sigue siendo Una Sola Mente, eres totalmente Inocente de toda culpa. Y te muestra la Expiación para que finalmente la aceptes -la Expiación no es más que llevar toda ilusión ante la Verdad, reconocer que la separación nunca existió.
Tú no tienes por qué continuar creyendo lo que no es verdad, a no ser que así lo elijas. Todo ello puede literalmente desaparecer en un abrir y cerrar de ojos porque no es más que una percepción falsa. Lo que se ve en sueños parece ser muy real. ... Te liberas cuando aceptas la Expiación, lo cual te permite darte cuenta de que en realidad tus errores nunca ocurrieron*
¿Qué significa escuchar al ego o escuchar al Espíritu Santo?

Cuando dices yo decido, estás escuchando al ego. Quien decide es el ego. Desconfías del otro y confias sólo en tu 'yo'. Escuchar al ego es juzgar, es comparar, es buscar un significado a todas las cosas. Cuando escuchas al ego no te sientes en paz porque crees lo que éste te está diciendo, crees que hay dolor, que hay muerte, que hay engaños, que hay maldad, que hay escasez, que hay enfermedad... pues eso es lo que el pasado muestra y por lo tanto tienes que protegerte para el futuro.

Cuando dices decide por mí, estás escuchando al Espíritu Santo. Te estás dejando guiar por Él. Ya no ves individuos sino Un Solo Ser. Confías en tu verdadero Ser. El Ser de Dios. El Ser Unificado. Tu pensamiento no está ni en el pasado ni en el futuro. Aceptas todas las cosas tal como están sin quererlas cambiar porque sabes que todo lo que ves forma parte de una misma ilusión. Él te Guiará en tu camino pues lo conoce perfectamente, solo tienes que entregarle tu completa lealtad y confiar, pues nada te faltará. Tu mente reposa, plena de amor, en el momento presente, en el Instante Santo donde eres Uno con Todo.
Dile únicamente al Espíritu Santo: "Decide por mí", y está hecho. Pues Sus decisiones reflejan lo que Dios sabe acerca de ti y ante esa luz cualquier clase de error es imposible. ¿Por qué luchas tan frenéticamente por tratar de prever lo que no puedes saber, cuando tras cada decisión que el Espíritu Santo toma por ti se encuentra el conocimiento?  *
Escuchar al Espíritu Santo es escuchar la Llamada a Despertar. Es escuchar la Llamada de Dios. Es sentir felicidad, alegría, paz, es comprender que nada de lo que parecía real lo es, todo es una ilusión del ego. Siendo consciente de estar en el momento presente puedes pensar con el Espíritu Santo, puedes pensar en la Unidad del Ser, en que tu hermano y todas las cosas son Uno. Si estás pensando en el pasado o en el futuro sólo ves separación, solo ves ilusiones.
En realidad nadie ve nada. Lo único que ve son sus propios pensamientos proyectados afuera. El hecho de que la mente esté absorbida con el pasado es la causa del concepto erróneo acerca del tiempo de que adolece tu visión. Tu mente no puede captar el presente, que es el único tiempo que hay. Por consiguiente, no puede entender el tiempo, y, de hecho, no puede entender nada.... Mientras tu mente siga absorbida con ideas sin contenido, la verdad permanecerá bloqueada.  *
El Espíritu Santo, la Voz de Dios, te muestra que la salida a este engaño está justamente en aprender de nuevo. Es enseñar a tu mente errada a ver con otros ojos, los ojos del Espíritu. Que la mente, ante cualquier ilusión, piense en la Verdad del Espíritu. De eso se trata cuando se habla de ver con otros ojos, en pensar y reconocer que nada de lo que ves es real si en ello hay separación. Es cambiar de mentalidad aprendiendo a dejar tus falsas creencias y llevando toda ilusión ante la Verdad. Y llevar toda ilusión ante la Verdad es perdonar.
“No le daré valor a lo que no lo tiene”. *
Aprender a ver es observar todas las situaciones de tu vida, sin juzgarlas, sin tratar de analizarlas, ni de arreglarlas o de querer cambiarlas. Simplemente se las observa tal como son, reconociendo que lo falso es falso para luego soltarlo. Éste es el verdadero perdón, el que da la vuelta a todas tus creencias y así ves todas las cosas como un mismo Espíritu, un mismo Ser. Perdonar es soltar el ego, éste sólo es un pensamiento errado al que diste fuerza. Dejando de creer en el ego harás que éste deje de ser real en tu vida. Es empezar a escuchar al Espiritu Santo porque si decides escucharlo a Él no escucharás al ego.
Acepta el regalo que Tu Padre te hace. Es un llamamiento que el Amor le hace al Amor para que tan sólo sea lo que es. El Espíritu Santo es el regalo de Dios mediante el cual se le restituye la quietud del Cielo al bienamado Hijo de Dios. *
Volver a Ser Amor es lo que te pide el Padre que hagas pues Él sólo desea tu Felicidad y tu Paz.
El Espíritu Santo siempre te guiará acertadamente porque tu dicha es la Suya. Eso es lo que Su Voluntad dispone para todos porque habla en representación del Reino de Dios, que no es otra cosa que Dicha. *
El Amor es Dicha, es Felicidad, por eso el Espíritu Santo te dice que dando amor a todo y a todos, sin excepción, podrásos recordar que Eres Amor, la Dicha que obtendrás es tan grande que no la puedes ni imaginar. Es la Dicha de volver a recordar a Dios. Por eso es imprescindible no juzgar a nadie y perdonar todas las ilusiones pues sólo asi puedes dar amor, un amor sincero y libre de prejuicios. Por eso cuando te alineas con el ego, la respuesta es el miedo y cuando te alineas con el Espíritu Santo, la Respuesta es el Amor. Y la experiencia que viene de alinearse con el Espíritu Santo es tan obvia que nunca volverás a dudar. Sientes una absoluta paz que surge de soltar la creencia en el pasado y en el futuro y por lo tanto, de soltar los intentos de controlar cualquier cosa del mundo. Todas las cosas son igualmente aceptables cuando no se tiene ninguna expectativa. Soltar el deseo de controlar personas, acontecimientos, cosas, circunstancias etc te enseña que nada de todo ello es real.

La Vida no está regida por las leyes que inventó el ego sino por las leyes de Dios, y a medida que llevas las ilusiones ante la verdad, y ves a tu hermano como verdaderamente es, vas recordando a Dios.
​El despertar es el simple reconocimiento de que el AMOR está Presente y que sólo existe Amor. El Perdón es la liberación de la creencia en el ataque, al reconocer que no existen formas diferentes para la única mentira, llamada ego. El Espíritu no puede atacar o ser atacado, y el Ser Crístico es Espíritu. No existe la injusticia para el Espíritu. Todo lo que ocurre es para el bien mayor de todos. No hay excepciones, excepto en los juicios del ego. El Perdón demuestra que no existe el ego en el Ahora, pues sólo permanece un reflejo del Amor. El ego era la supuesta creencia de que es posible ser tratado injustamente. Yo me regocijo de que la Voluntad de Dios es Amor y de que el Amor es Real. Tú eres el Cristo eternamente Perfecto. Nada en absoluto ha salido “mal” en nuestra Realidad. *
La llamada de la salvación te pide que aceptes la verdad y permitas que vaya delante de ti alumbrando la senda que te rescata de lo ilusorio. No se trata de un rescate que tiene un precio, pues no cuesta nada. Al contrario, sólo te aporta ganancias. Las ilusiones tan sólo dan la impresión de mantener al santo Hijo de Dios encadenado. Es únicamente de las ilusiones de lo que se le salva. A medida que éstas retroceden, él se vuelve a encontrar a sí mismo.... Hazte a un lado con fe y deja que la verdad te muestre el camino. No sabes adónde vas. Pero Uno que sabe te acompaña. Deja que Él te guíe junto con los demás. ... Nos encaminamos hacia Dios. Él siempre ha estado. ¿Qué otro camino sino éste podría ser una senda que quisieses elegir? ... sólo te pide que pienses en Él por un rato cada día, para que pueda dialogar contigo y hablarte de Su Amor, recordándote cuán grande es Su Confianza, cuán infinito Su Amor. * 







Texto de Un Curso de Milagros