El amor, la petición de amor y el milagro


Ninguna interpretación que hagas de un hermano tiene sentido.  
Deja que el Espíritu Santo te muestre a tu hermano y te enseñe tanto su amor como sus peticiones de amor.  
Ni tu mente ni la de tu hermano albergan otros órdenes de pensamiento que no sean estos dos. 
El milagro es el reconocimiento de que esto es verdad. 
Allí donde hay amor, tu hermano no puede sino ofrecértelo por razón de lo que el amor es. Pero donde lo que hay es una petición de amor, tú tienes que dar amor por razón de lo que eres. *
El milagro es el medio a través del cual compartes tu Identidad.
Reconocerás tu Identidad al ofrecerla dondequiera que Ésta no se reconoce.
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Eres Amor, y eso es lo que das, cuando no lo das es porque te crees algo que no eres y entonces pides Amor, porque no recuerdas que eso es lo que Eres.

Cuando el Espíritu Santo te dice que tu hermano está pidiendo amor, es porque tu hermano te está recordando, con su actitud,  que  no crees Ser Amor. Lo que ves es una proyección de tus  pensamientos. Y así, con su actitud, te recuerda que él no es lo que crees ver, lo que ves solo es una proyección de tus pensamientos de culpa. Ése es el momento en que le das amor porque recuerdas que eres Amor, que él Es Amor porque tu hermano eres tú, no hay un otro, siempre se ha tratado de ti y necesitas mantener esa idea presente en tu mente.  Compartes un Instante Santo un instante de Amor, un instante de Unidad. Al entregar ese instante el Espiritu Santo lo Bendice y corrige el error. El milagro es el fruto de esa corrección. El milagro ve uno donde antes habían dos.

El mundo del ego es el mundo en el que olvidas tu Identidad, pero El Espíritu Santo te dice que cuanto más Amor das en este mundo de ilusiones más recordarás tu Ser. Los milagros son el medio.

El milagro reconoce que el Amor Es Amor y que lo falso es falso. Los milagros corrigen mostrándote lo que sí es real.









Texto de Un Curso de Milagros