El estado de gracia



El espíritu está eternamente en estado de gracia.
Tu realidad es únicamente espíritu.
Por lo tanto, estás eternamente en estado de gracia. *

La gracia es el estado natural de todos los Hijos de Dios.  
La gracia es el atributo del Amor de Dios que más se asemeja al estado que prevalece en la unidad de la verdad. Es la aspiración más elevada que se puede tener en el mundo, pues conduce más allá de él. ... La gracia es la aceptación del Amor de Dios ...  Sólo mediante la gracia pueden desaparecer el odio y el miedo, pues la gracia da lugar a un estado tan opuesto a todo lo que el mundo ofrece, que aquellos cuyas mentes están iluminadas por el don de la gracia no pueden creer que el mundo del miedo sea real. *
Cuando [los Hijos de Dios] no están en estado de gracia, están fuera de su medio ambiente, y, por lo tanto, no se desenvuelven bien. Todo lo que hacen les produce tensión porque no fueron creados para el medio ambiente que ellos mismos se han labrado. No pueden, por lo tanto, adaptarse a él, ni hacer que dicho ambiente se adapte a ellos. De nada sirve intentarlo. Un Hijo de Dios es feliz únicamente cuando sabe que está con Dios. Ese es el único medio ambiente en el que no sufre tensión porque ahí es donde le corresponde estar. Es también el único medio ambiente que es digno de él porque su valía está más allá de cualquier cosa que él pueda inventar. 
Dios vela por Sus Hijos y no les niega nada. Mas cuando ellos lo niegan a Él, dejan de ser conscientes de eso porque se niegan todo a sí mismos. Tú, que podrías estar dando el Amor de Dios a todo lo que ves, a todo lo que tocas y a todo lo que recuerdas, estás literalmente negándote el Cielo a ti mismo. 
Te exhorto a recordar que te he escogido a ti para que le enseñes al Reino lo que es el Reino. 
Cuando una mente contiene solamente luz, conoce solamente la luz. Su propia luminiscencia alumbra todo en su derredor, y se extiende hasta la penumbra de otras mentes, y las transforma en majestad. La Majestad de Dios se encuentra en ellas para que la reconozcas, la aprecies y la conozcas. 
La manera de aceptar tu herencia es reconociendo la Majestad de Dios en tu hermano. Dios sólo da de manera equitativa. Si reconoces Su don en cualquiera, habrás reconocido lo que Él te ha dado a ti. Nada es más fácil de reconocer que la verdad, ya que es un reconocimiento inmediato, inequívoco y natural. 
Te has enseñado a ti mismo a no reconocerla, y esto ha sido muy difícil para ti. 
Al Ser se le conoce mediante el acto de compartirlo.  
El Reino de Dios incluye a todos Sus Hijos y a los hijos de éstos, que son tan semejantes a los Hijos como éstos son semejantes al Padre. Conoce, entonces, a los Hijos de Dios, y habrás conocido a toda la creación. * 







Texto de Un Curso de Milagros