La chispa de Luz


En esta mente oscurecida que cree que se separó de Dios, Dios colocó una chispa de luz: el Espíritu Santo. Esa luz crecerá y crecerá hasta que ilumine toda la mente, literalmente.*

En ti hay una chispa de Luz dispuesta a expandirse hasta el infinito con una palabra tuya. Para aprender a ser una con Ella basta con aceptarla no sólo en ti sino también en todos tus hermanos. Ve la chispa en ellos y la verás en ti. Haz esto y la paz y la felicidad te acompañarán.

No les atribuyas a ellos [a tus hermanos] tu propia negación de tu alegría, o no podrás ver en ellos la chispa que te haría dichoso. Negar la chispa conduce a la depresión, pues siempre que ves a tus hermanos desprovistos de ella, estás negando a Dios. *
Sólo con que veas la pequeña chispa podrás conocer la luz mayor, pues los Rayos están ahí aunque sin ser vistos. Al percibir la chispa sanas, mas al conocer la luz creas. En el proceso de retornar, no obstante, la pequeña chispa debe reconocerse primero pues la separación fue el descenso desde la grandeza a la pequeñez. La chispa, no obstante, sigue siendo tan pura como la luz mayor porque es lo que queda de la llamada de la creación. Deposita toda tu fe en ella y Dios Mismo te contestará. *
Vuélvete hacia la luz, pues la pequeña chispa que se encuentra en ti es parte de una Luz tan espléndida que te puede liberar para siempre de las tinieblas. Pues tu Padre es tu Creador y tú eres como Él .*
 







Texto de Un Curso de Milagros