Eres tú quien decide qué creer
Dios te lo da todo. Si Dios te lo da todo no puedes necesitar nada. Todo está en ti. Creer lo contrario es preferir creer lo que te dice el ego antes de creer lo que te dice la Voz que habla por Él y así, crees ser un ser limitado y que tu límite está en tu cuerpo.
Lo cierto es que no puedes creer totalmente en Dios porque te crees separado de Él, si sintieras tu unión con Él te sería imposible no creer en Dios, pero el ego no quiere que esto suceda y por eso refuerza la idea de la separación en tu mente. Si te ves separado jamás podrás creer que eres un solo Ser, jamás podrás sentir y Ser el Amor que todo lo abarca, el Amor de Dios.
Pero el ego se equivoca, sí puedes... dejando de creer que estás separado.
Tu Ser es uno. Un solo Espíritu, una sola mente. Lo que crees que es tu cuerpo, o que son personas a tu alrededor, son parte de tu propio Espíritu y, unidos conformáis este único Ser que, a su vez, está unido a Su Creador. Tu Ser es Amor, y para poder recuperar el recuerdo de tu Identidad necesitas unirte a tus 'hermanos', pero no con el cuerpo, sino con tu corazón.
Así pues, eres un Ser ilimitado. ¿Cómo un Ser ilimitado podría estar en un cuerpo? ¡Un cuerpo es una mota de polvo en comparación con lo que tú Eres!
Debes saber que crees ser un cuerpo porque escuchas la Voz errada.
El ego es la voz del control ¿no es más fácil controlar a alguien que se considera limitado?
En tu mente hay dos voces, o escuchas a una o escuchas a la otra, pero no puedes escuchar las dos voces a la vez. Una es la voz del ego y la otra es la Voz de tu corazón (Espíritu Santo, Guía o como prefieras llamarlo). La voz del ego la conoces muy bien es insistente, pide, reclama. La Voz de tu corazón es suave, muy amorosa, no muestra apremio, sólo Amor. La Voz de tu corazón susurra siempre lo mismo: el Amor es todo lo que hay y por lo tanto todo lo que te indica que hagas va en esa dirección, en mostrarte la unidad del Amor que tú Eres y todo Es. El ego tiene la primera palabra, siempre reacciona primero, tiene todas las opiniones, todos los juicios. Tú simplemente practica la paciencia: espera a que termine de dar sus razonamientos y, entonces, podrás escuchar la amorosa Voz del Corazón, que te muestra siempre lo mismo...
Asume tu responsabilidad acerca de todo lo que piensas y sientes, y acerca de todo lo que percibas. Todo lo que piensas, sientes o percibes es porque tú has elegido verlo así. Si sientes pena, rabia, miedo, es por que tú has elegido sentirte así. Cualquier suceso en tu vida, como por ejemplo si percibes a un vecino furioso, a un compañero disgustado, o a ti mismo enfermo es porque tú has elegido verlo así. Si primero reaccionas con el ego ante lo que piensas, sientes o percibes, ahora empezarás a esperar a que pase esa reacción para escuchar qué te dice la Voz de tu corazón y descubrirás que más haces esto y más fácil se te hace no reaccionar y escuchar directamente Su Voz.
Tienes que aprender a cambiar tu forma de pensar y a dejar ir los pensamientos del ego, pues estos no son reales y sólo son un velo que te impiden ver a tu hermano tal como verdaderamente Es. Recuperarás tu Fortaleza y tu Grandeza viendo la Fortaleza y la Grandeza en tu hermano, demuéstrale con tus actos y con tus pensamientos que ves en todos la misma Fortaleza y Grandeza que hay en ti, pues recuerda que formáis parte de un mismo Ser, y para que este Ser despierte de su sueño tiene que ser reconocido por lo que Es. No le muestres limitación ni apoyes sus pensamientos limitados, pues estarías negando la Fortaleza y Grandeza de vuestro Ser.
A medida que 'le des la mano' a tus hermanos te darás cuenta que tu amor, por ellos y por ti, crece y sentirás así mismo el amor profundo de tu Padre hacia ti y el tuyo hacia Él y con ese Amor descubrirás una gran Dicha, tu permanente Felicidad será la muestra más clara de que estás en el camino correcto.
