Sed como niños
Los niños pequeños, con su ejemplo, te pueden liberar
Imagínate que eres un niño muy pequeño y que es verano. Estás jugando en la playa con tus hermanos y eres muy feliz. Disfrutas de las vacaciones, del mar, del sol. No piensas en lo que hacías ayer, no piensas en lo que harás mañana. No piensas, simplemente disfrutas del juego y te ríes, sabes que no tienes que decidir nada por tu cuenta, tus padres te indicarán qué hacer cuando sea el momento. Sientes su amor y te sientes seguro.
Lo cierto es que el mañana o el ayer, el pasado o el futuro, no existen, son obra del ego. Si abandonas la errada idea del ego todo lo que te queda es el momento presente, todo lo que te queda es vivir como viven los niños muy pequeños, disfrutando de cada instante. El ego te atenaza en el momento en que crees que un pasado existió o que un futuro existirá, pero puedes soltar tus expectativas y dejar que las cosas sucedan, soltando lo que crees haber hecho o lo que crees que deberías hacer. Simplemente dejas que Él te Guíe.
Es como dejar de tomar el volante del coche y decidir sentarte en el asiento del copiloto. La confianza es clave para poder escuchar a la Guía. Tienes que confiar en la Guía, en lo que te ofrece. Cuando tienes una apertura mental, todo lo que sucede es igualmente aceptable. Te encuentras sonriendo y aceptándolo todo. Ya no juzgas, ya no emites opiniones, solo disfrutas del momento. Escuchar y seguir la Guía significa no juzgar lo que te propone. Es mantenerte centrado en un único objetivo hacer lo que te dice sin escuchar las opiniones que el ego te pueda ir mostrando.
Cuando escuchas la Guía las opiniones se desvanecen, tu mente se abre a Todo porque una mente abierta no tiene opiniones, no juzga. No hace nada, solo siente la dicha, solo vive. Todo lo que ve en el mundo es neutro, ni bueno ni malo. Así es la mirada de un niño pequeño, neutra, curiosa, abierta, confiada.
Es como dejar de tomar el volante del coche y decidir sentarte en el asiento del copiloto. La confianza es clave para poder escuchar a la Guía. Tienes que confiar en la Guía, en lo que te ofrece. Cuando tienes una apertura mental, todo lo que sucede es igualmente aceptable. Te encuentras sonriendo y aceptándolo todo. Ya no juzgas, ya no emites opiniones, solo disfrutas del momento. Escuchar y seguir la Guía significa no juzgar lo que te propone. Es mantenerte centrado en un único objetivo hacer lo que te dice sin escuchar las opiniones que el ego te pueda ir mostrando.
Cuando escuchas la Guía las opiniones se desvanecen, tu mente se abre a Todo porque una mente abierta no tiene opiniones, no juzga. No hace nada, solo siente la dicha, solo vive. Todo lo que ve en el mundo es neutro, ni bueno ni malo. Así es la mirada de un niño pequeño, neutra, curiosa, abierta, confiada.
Vacía tu mente y confía en el Amor que te rodea, confía en algo que no puedes ni ver ni entender pero que te da paz y felicidad. Confía, como confía un niño pequeño en sus padres, en su amor. Se siente seguro y protegido. No se siente en conflicto con nadie, sabe que no necesita reaccionar o responder a las caras de las personas, o incluso a sus palabras. Él está en su corazón y siente el Amor que le rodea, es paciente y deja que sus padres digan lo que tiene que hacer.
Deja que el Amor haga lo que tiene que hacerSi necesitas pruebas de que éste es el camino correcto entonces ¡sé como un niño y disfruta del momento! No juzgues nada de lo que experimentes, todo es perfecto tal como es. Siente Su Presencia, siente el Amor y respeta todo. No importa qué es lo que vivas, respeta a todos, que cada uno se comporte como desee, tú simplemente mantente en Su Presencia y siente Su Amor, deja que ése Amor lo bañe todo con Su Luz y confía. Es entonces cuando verás las pruebas de que éste es el camino correcto.