La percepción del mundo real


De todo lo que has fabricado, el mundo real es lo único que el Espíritu Santo ha conservado para ti, y la salvación consiste en percibir únicamente eso, ya que es el reconocimiento de que la realidad es únicamente lo que es verdad. *

¿A quién percibes al ego en ti o al Espíritu en ti? Cuando contemplas a cualquier persona estás eligiendo una de estas dos voces. Si percibes en tu hermano la chispa de Luz infinita que te une a él es que estás escuchando al Espíritu, si lo que percibes está bañado de juicios, estás escuchando al ego.  Todas tus creencias constituyen el mundo que percibes,  te impiden ver el mundo real y te llevan a emitir juicios acerca de todo, a ver sólo separación, a ver sólo polaridad. Abandona esas creencias y pide ver únicamente la belleza de tu hermano. Niégate a ver otra cosa en él. No aceptes la percepción variable que tu hermano tiene de sí mismo, contémplalo siempre en su perfección y belleza. 

El mundo real, por lo tanto, sí se puede percibir, lo único que se requiere es que estés dispuesto a no percibir nada más. Es decir, no se trata de percibir en un momento dado algo 'bueno'  para ti y en otro momento dado algo 'malo' para ti, de lo que se trata es de que entiendas que lo único real son los pensamientos amorosos, no hay nada 'positivo' o 'negativo', todo lo que hay es Amor y lo que no es Amor no es real. No puedes pensar separado de Él porque formas parte de Su Pensamiento, por eso sólo tus pensamientos amorosos son reales, porque Su Pensamiento Es Amor.

Todo está en tu mente, eres tú quien decide qué pensar y qué ver. Lleva a tu corazón, a tu Espíritu, todo lo que percibas, para poder distinguir ahí si eso que estás percibiendo es amoroso o no, así sabrás qué es real y qué no lo es. Así aprenderás a ver verdaderamente. No des cabida en tu mente a lo que no es real. Déjalo ir, porque si lo mantienes en tu mente refuerzas tus falsas creencias. 

Mira desde el Amor y no desde la separación. Recuerda únicamente los pensamientos amorosos que conferiste en el pasado y aquellos que se te confirieron a ti. Todo lo demás OLVÍDALO, porque jamás ocurrió. De esta forma perdonas. Sueltas todos tus pensamientos no amorosos y mantienes sólo los pensamientos amorosos. Así es como descubres que tanto lo pasado como lo que estás viviendo son lo mismo: Amor, y comprendes que esto es vivir en el ahora, ver el Amor en todo
Por eso es por lo que la Expiación se centra en el pasado, que es la fuente de la separación y donde ésta debe ser des-hecha. Pues la separación debe ser corregida allí donde fue concebida. *
Permite que Él descubra la chispa de belleza que se encuentra oculta en tus relaciones y te la revele. Su belleza te atraerá tanto, que no estarás dispuesto a perderla de vista nuevamente. Y dejarás que esta chispa transforme la relación de modo que la puedas ver más y más. Pues la desearás más y más, y estarás cada vez menos dispuesto a que esté oculta de ti. Y aprenderás a buscar y a establecer las condiciones en las que esta belleza se puede ver. Harás todo esto gustosamente, sólo con que Le dejes mantener la chispa delante de ti para que alumbre tu camino y puedas verlo con claridad. El Hijo de Dios es uno. A quienes Dios ha unido como uno, el ego no los puede desunir. Por muy oculta que se encuentre en toda relación, la chispa de la santidad no puede sino estar a salvo. *








Texto de Un Curso de Milagros