Acerca de la culpa




La Voluntad de Dios es que seas tal como Él te creó, Amor. Y el Amor es Dicha. Si crees que no estás haciendo Su Voluntad es porque crees que estás haciendo tu voluntad (una voluntad a parte de la de Dios) Cuando reaccionas con ira es porque te sientes culpable y esa culpabilidad hace que sientas miedo. Temes lo que te pueda suceder y proyectas tus miedos atacando.

No te sientas en culpa, nada de eso está sucediendo salvo en tu ilusión, jamás te has separado de Dioscrees estar separado y al creerlo lo has hecho 'real', pero sólo en tu sueño es real. Tú Eres Uno con Él. Abandona tus falsas creencias, que sólo te dan sufrimiento, y mira el mundo desde el Amor, desde la Unidad, de esta manera la culpabilidad no tendrá ningún sentido, si miras el mundo desde el ego, desde la separación, la culpa te atenazará fuertemente en sus redes y juzgarás, diferenciarás y atacarás. Ése no eres tú. No lo olvides. Si caes en sus redes decide ver las cosas de manera diferente y éstas se disolverán.

La culpa no es más que un engaño del ego. No puedes sentir culpabilidad si te sientes unido a tu Ser, si sientes el Amor que eres y que todo Es y sin culpa la ira desaparece. Sólo hay Dicha.

Lo que es verdaderamente bendito es incapaz de producir culpa y sólo puede producir dicha. Esto hace que sea invulnerable al ego porque su paz es inexpugnable. Lo verdaderamente bendito no es susceptible de ser alterado debido a la plenitud de la que goza. La culpabilidad siempre altera. Todo lo que genera miedo produce disensión porque obedece las leyes de la división. Si el ego es el símbolo de la separación, es también el símbolo de la culpabilidad. La culpabilidad es más que simplemente algo ajeno a Dios. Es el símbolo del ataque contra Dios... ¿Cómo iba a poder una parte de Dios separarse de Él sin creer que lo está atacando?...Si te identificas con el ego, no podrás sino percibirte a ti mismo como culpable.  Siempre que le hagas caso al ego experimentarás culpa y temerás ser castigado.  El ego es literalmente un pensamiento aterrador.  Por muy ridícula que sea para una mente sana la idea de atacar a Dios, nunca olvides que el ego es demente.  Representa un sistema de conceptos ilusorios y habla en su nombre.  Hacerle caso a la voz del ego significa que crees que es posible atacar a Dios, y que has arrancado una parte de Él y te has apoderado de ella.  De ahí procede el miedo a las represalias externas, ya que el sentimiento de culpa es tan intenso que tiene que ser proyectado.  Todo lo que aceptas en tu mente se vuelve real para ti.  Es tu aceptación lo que le confiere realidad. El permitirle la entrada al ego en tu mente y entronarlo allí, es lo que lo convierte en tu realidad. Eso se debe a que la mente es capaz de crear realidad o de fabricar ilusiones. Dije anteriormente que tienes que aprender a pensar con Dios. Pensar con Él es pensar como Él,  lo cual produce dicha y no culpabilidad porque es algo natural. *








Texto de Un Curso de Milagros