Eres Tú quien decide perdonar o no


Nadie te puede hacer nada, a menos que tú quieras. Eres tú quien decide. Este sueño es tuyo y de nadie más. 

Haz lo que tengas que hacer. Perdona o no perdones, es tu elección. 

Cuando no perdonas, la rueda del sufrimiento no se detiene y arrasa con todo. Acumulas el sufrimiento de la otra persona y el tuyo, porque son el mismo. Eso es lo que te lleva a la enfermedad y a la muerte y a volver a vivir una y otra vez el mismo sufrimiento. 

Detente y reflexiona. Cada vez que sientas tu paz alterada es porque ésta rueda vuelve a ti, para que esta vez sí perdones los actos que crees te hicieron. 

Recuerda que es tu sueño, tú decidiste que se sucediera de esa manera y no de otra. 

Ahora puedes aceptar y reconocer que nadie es culpable de nada, nadie te hizo nada, fuiste tú quien te lo hiciste a ti mismo. Creíste que era alguien distinto a ti quien te ofendía, pero eras tú disfrazado en otro personaje. Este sueño se trata de ti, de querer creer que eres muchos, pero por eso se le llama sueño: porque esos muchos son todos tú. Aparentan algo que no son. 

Estás hecho de Luz, mira más allá del sueño, recuerda que todo está hecho de Luz, las apariencias son sólo máscaras que tú fabricaste que opacan esa Luz. Pero así como las fabricaste y creíste que eran reales, ahora recuerda lo real, la Luz de donde provienes, la Luz que Todo Es. 

No lo olvides, para que el perdón se convierta en algo tan sencillo como el respirar. Solo perdonando abandonas el sueño. No seas prisionero de tus propias ilusiones, termina con ellas reconociendo tu Ser.











Texto de Un Curso de Milagros