4. El ejemplo de Jesús
"—¿Sabes que el camino hacia el reino de mi Padre empieza, justamente, en el perdón?"
"—Pues bien, bebe en la humildad para ser capaz de perdonar..."
"—El perdón te abrirá todas las puertas. La humildad es un río de vida. Lánzate a él..."
"—El perdón debe ser ejercido como el comer o como el dormir. ... Perdona siempre."
"—No dudes. Perdona y serás testigo de otro prodigio del Espíritu: aquel que te haya ofendido se alejará de ti, misteriosamente. Y lo más importante: tú beberás paz hasta saciarte..."
"—Estoy aquí para hacer la voluntad de Dios. No para hacer vuestra voluntad, ni tampoco la mía. Somos heraldos de lo invisible. No lo cambiéis por lo humano. Dejad que el mundo resuelva sus asuntos. Limitaos a señalar el camino que, inevitablemente, recorrerá cada ser humano después de su peregrinaje por la vida. Eso es lo importante."
"—Dios sabe. Él, y su gente, te proporcionarán, en cada momento, lo que sea justo y necesario. No implores riquezas a los cielos. Hay asuntos más importantes..."
"—Dios es santo porque disfruta de la máxima imaginación... En verdad os digo que no es el poder lo que distingue al Padre, sino su capacidad imaginativa.
—La creación entera aspira a parecérsele."
"—Por eso es preferible intuir a razonar...
—El que imagina intuye sin cesar. El que razona se equivoca sin cesar..."
"—Por eso —para que imaginéis— morir es regresar a la realidad."
"—¿Qué quieres decirme?
Jesús respondió, pero cantando:
—Me gustaría encender una ilusión en tu corazón..
Hoy, esta noche, mañana, Dios dirá...
Me gustaría encender una luz...
Me gustaría encender una ilusión que me asista...
Me gustaría encender una ilusión...
Quizá la nieve entre los dedos...
Me gustaría encender a Dios en mi corazón...
Me gustaría cantar que soy ágil a Tu Llamada, Padre mío...
Me gustaría decirte: el secreto del Eterno es la alegría...
Me gustaría encenderte..." *