El Espíritu Santo

"El Espíritu Santo se encuentra en tu mente recta, tal como se encontraba en la mía." 


"El Espíritu Santo es la única parte de la Santísima Trinidad que tiene una función simbólica. Se le ha llamado [en Un Curso de Milagros] el Sanador, el Consolador y el Guía. Se le ha descrito también como algo "separado", aparte del Padre y del Hijo. 

Yo mismo dije: "Si me voy os enviaré otro Consolador que morará con vosotros para siempre". Su función simbólica hace que Él sea difícil de entender, ya que todo simbolismo se presta a diferentes interpretaciones. 

Como hombre (y también como una de las creaciones de Dios) mi recto pensar, que procedió del Espíritu Santo o Inspiración Universal, me enseñó en primer lugar y ante todo, que esta Inspiración es para todos

Yo mismo no hubiese podido gozar de ella de no haber sabido esto. 
El Espíritu Santo es la Mente de Cristo, la cual es consciente del conocimiento que yace más allá de la percepción.
... el Espíritu Santo está tan próximo al conocimiento que lo evoca; o mejor dicho, facilita su llegada.

El Espíritu Santo comenzó a existir como medio de protección al producirse la separación, lo cual inspiró simultáneamente el principio de la Expiación. ... La Voz del Espíritu Santo es la Llamada a la Expiación, es decir, a la restitución de la integridad de la mente. 
El Espíritu Santo es la motivación para alcanzar la mentalidad milagrosa; 
la decisión de subsanar la separación renunciando a ella.
El Espíritu Santo es la Respuesta de Dios a la separación; el medio a través del cual la Expiación cura hasta que la mente en su totalidad se reincorpore al proceso de creación." *










Texto de Un Curso de Milagros