Nuestra versión del amor


Debemos entender que el amor del que hablamos en el mundo es lo que Un Curso de Milagros denomina "amor especial". Este "amor" es un "pobre sustituto" del ego en vez del Amor de Dios que fue negado cuando la mente eligió la separación.

A diferencia del Amor del Padre, este pobre sustituto del amor limita a ciertas personas, cambia, y está repleto de expectativas basadas en regateos mutuos, diseñados para satisfacer las necesidades individuales.

El amor especial es el ingrediente fundamental de la relación especial.
"La relación especial es la renuncia al Amor de Dios y el intento de asegurar para uno mismo la condición de ser especial que Él nos negó" *
Tener las ideas claras sobre la naturaleza del amor especial es importante porque es algo muy familiar para nosotros, y por ello se confunde fácilmente con el amor del que Jesús habla en su Curso. Así es como el ego ha construido su versión del amor, una versión tan diferente del Amor de Dios, como la verdad lo es de la ilusión.
Tus amores especiales sólo son ídolos en los que tratas de conseguir lo que crees que está ausente en ti mismo. El romance es un vano intento de llenar un vacío imaginario, un hueco que en realidad no existe pero que, en tu experiencia, es una consecuencia de la separación.*
Al tomar la decisión de estar separados y ser especiales, nos hemos olvidado del Amor. 

Ésta es la triste y dolorosa situación de los separados. Sin embargo, nuestra esperanza puede encontrarse en las reconfortantes palabras de Jesús en el texto: 
"El amor no hace excepciones. Si otorgas tu amor a una sola parte de la Filiación exclusivamente, estarás sembrando culpabilidad en todas tus relaciones y haciendo que sean irreales. Sólo puedes amar tal como Dios ama. No intentes amar de forma diferente de como Él lo hace, pues no hay amor aparte del Suyo. Hasta que no reconozcas que esto es verdad, no tendrás idea de lo que es el amor" *
Este pasaje puede no parecer muy reconfortante al principio, pero nos dice varias cosas importantes:
que el amor especial no es amor,
que no sabemos qué es el amor,
y que
es posible amar "tal como Dios ama". 

Aquí también encontramos las instrucciones que necesitamos para ir desde el amor especial al Amor de Dios: 
Debemos aceptar que no sabemos qué es el amor,
y debemos reconocer que no hay más amor que el de Dios. 

Estas verdades parecen bastante simples pero sin embargo, estamos firmemente convencidos de que sabemos qué es el amor, y estamos profundamente apegados al sustituto del amor del ego. Estas son defensas muy efectivas de nuestra decisión de identificarnos con el cuerpo. Y, en la medida en que nos identificamos con nuestros cuerpos, nos apartamos del Amor, negándonos así a nosotros mismos y a los demás.

Los cuerpos no aman; de hecho, no hacen nada: 
"[el cuerpo] no hace nada... No es nada" *
Si deseamos el Amor, entonces nuestra preocupación debe centrarse en el proceso de deshacer nuestra creencia en nuestra identidad ego/cuerpo. 

Esto se logra mediante el perdón, que podemos decir que es la forma en que amamos en el sueño.

El Curso no pide que demos amor, pues ello implicaría que alguien que lo tiene se lo da a alguien que no lo tiene. Por el contrario, el Curso enseña que el proceso del perdón conduce a "despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor"  y luego que: "El amor se extiende hacia afuera simplemente porque no puede ser contenido". 

En otras palabras, cuando se eliminan los obstáculos de la culpabilidad y el miedo, el reflejo del Amor de Dios que permanece en nuestras mentes es libre de extenderse sin ningún esfuerzo por nuestra parte. 

La única participación activa que se requiere es que nos apliquemos diligentemente en la práctica del perdón en nuestras relaciones. Esto es lo que transforma el amor especial de una relación especial en una relación santa y nos acerca a la presencia del Amor en nuestras mentes. En este proceso, la mente cambia de objetivo desde el objetivo del ego de hacer real la separación y los cuerpos, a la meta del Espíritu Santo de curar la mente de la idea de separación. 
Ésta es la relación santa: una relación donde no existe la idea de separación y donde el amor santo es su ingrediente principal.
La versión de Un Curso de Milagros de un pasaje bíblico muy conocido diría: "no hay mayor amor que el de aquel que perdona a su hermano por lo que no hizo" *. Esto refleja una de las enseñanzas más importantes del curso; es decir, nadie fuera de nosotros es responsable por la elección que hemos hecho de estar separados, ni por la miserable situación en que nos experimentamos como resultado. Aprender esto restaura el poder de nuestra mente a nuestra conciencia, y así seremos libres de elegir el verdadero amor: 
"Más allá de la débil atracción que la relación de amor especial ejerce, empañada siempre por ella, se encuentra la poderosa atracción que el Padre ejerce sobre su Hijo. Ningún otro amor puede satisfacerte, porque no hay ningún otro amor. Ése es el único amor que se da plenamente y es plenamente correspondido". *
 Kenneth Wapnick







Texto de Un Curso de Milagros