16-II. El poder de la santidad
UN CURSO DE MILAGROS
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 16
EL PERDÓN DE LAS ILUSIONES
1. Puede que aún pienses que no es posible entender lo que es la santidad porque no puedes ver cómo se puede extender de manera que incluya a todo el mundo. Y se te ha dicho que para que sea santa tiene que incluir a todo el mundo. La extensión de la santidad no es algo que te deba preocupar, pues no comprendes la naturaleza de los milagros. Tampoco eres tú el que los obra. Esto lo demuestra el hecho de que los milagros se extienden más allá de los límites que tú percibes. ¿Por qué preocuparse por cómo se va a extender el milagro a toda la Filiación cuando no entiendes lo que es el milagro? Un atributo no es más difícil de entender que el todo del que forma parte. Si los milagros existen, sus atributos tienen que ser milagrosos, al ser parte de ellos.
2. Existe una tendencia a fragmentar, y luego a ocuparse de la verdad de una pequeña porción del todo. Eso no es más que un intento de evitar el todo o de no querer contemplarlo, concentrándote en lo que crees que te sería más fácil entender, lo cual no es sino otra manera en la que aún tratas de limitarte a tu propio entendimiento. Otra manera de considerar los milagros - que es mucho mejor y más útil - es ésta: los milagros son algo que no entiendes ni total ni parcialmente. Pero se han manifestado a través de ti. Por lo tanto, tu entendimiento no es necesario. Mas sigue siendo imposible llevar a cabo lo que no entiendes. Así que debe haber Algo en ti que sí entiende.
3. Es imposible que los milagros te parezcan naturales porque lo que has hecho para hacerle daño a tu mente, la ha vuelto tan antinatural que no recuerda lo que le es natural. Y cuando se te dice lo que es natural, no puedes comprenderlo. El reconocimiento de que la parte es igual al todo y de que el todo está en cada parte es perfectamente natural, pues así es como Dios piensa, y lo que es natural para Él es natural para ti. Una percepción completamente natural te mostraría de inmediato que es imposible que haya grados de dificultad en los milagros, pues ello estaría en contradicción con su significado. Y si pudieses comprender su significado, sus atributos no podrían causarte perplejidad.
4. Has obrado milagros, pero es muy evidente que no los has obrado solo. Cada vez que te extendiste hasta otra mente y te uniste a ella tuviste éxito. Cuando dos mentes se unen y comparten una idea por igual, se establece el primer eslabón de la conciencia de que la Filiación es una. Cuando estableces esta unión tal como el Espíritu Santo te pide, y se la ofreces para que Él se valga de ella como crea conveniente, la percepción que naturalmente tiene de dicho regalo le permite a Él comprenderla, y a ti usar Su comprensión en beneficio propio. Es imposible convencerte de la realidad de lo que sin duda se ha logrado por el hecho de haber estado tú dispuesto a ello, mientras creas que a menos que tú lo entiendas no es real.
5. ¿Cómo puedes tener fe en la realidad mientras sigas empeñado en querer hacerla irreal? ¿Crees realmente que te encuentras más a salvo afirmando que las ilusiones son reales que aceptando jubilosamente la verdad tal como es y dando gracias por ella? Honra la verdad que se te ha dado, y regocíjate de que no la comprendas. Los milagros son algo natural para Aquel que habla por Dios, pues Su tarea es traducir el milagro al conocimiento que representa, pero que se encuentra vedado para ti. Permite que el entendimiento que Él tiene de los milagros te baste, y no les vuelvas la espalda a los testigos que Él te ha dado, quienes dan fe de Su realidad.
6. No hay prueba que pueda convencerte de la verdad de lo que no deseas. No obstante, tu relación con Él es real. No veas esto con miedo, sino con regocijo. Aquel que invocaste está contigo. Dale la bienvenida y honra a los testigos que te traen las buenas nuevas de Su llegada. Es cierto, tal como temes, que reconocerlo a Él supone la negación de todo lo que crees saber. Pero lo que crees saber nunca fue verdad. ¿De qué te sirve aferrarte a ello y negar las pruebas en favor de la verdad? Pues estás demasiado cerca de la verdad como para poder renunciar a ella ahora, y no podrás sino ceder ante su irresistible atracción. Puedes demorar esto ahora, pero sólo por un tiempo. El Anfitrión de Dios te ha llamado y tú le has oído. Nunca jamás volverás a estar completamente dispuesto a no escuchar.
7. Éste es un año de júbilo, en el que escucharás cada vez más y en el que la paz aumentará en igual medida. Tanto el poder de la santidad como la debilidad del ataque se están llevando a tu conciencia. Y esto se ha logrado en una mente que está firmemente convencida de que la santidad es debilidad y el ataque poder. ¿No es este milagro prueba suficiente de que tu Maestro no procede de ti? Pero recuerda también que cada vez que escuchaste Su interpretación los resultados te produjeron júbilo. ¿Preferirías acaso los resultados de tu interpretación, teniendo en cuenta honradamente cuáles han sido dichos resultados? Dios dispone para ti algo mejor. ¿No podrías contemplar con más caridad a quien Dios ama con perfecto amor?
8. No hagas interpretaciones que se opongan al Amor de Dios, pues tienes muchos testigos que hablan de él tan claramente, que sólo los ciegos y los sordos podrían no verlos ni oírlos. Decídete este año a no negar lo que Dios te ha dado. Despierta y compártelo, pues ésa es la única razón por la que Él te ha llamado. Su Voz ha hablado claramente, pero tienes muy poca fe en lo que oíste debido a que has preferido tener más fe en el desastre que has ocasionado. Resolvamos hoy juntos aceptar las buenas nuevas de que ese desastre no es real y de que la realidad no es un desastre. La realidad es algo seguro, está a salvo y es completamente bondadosa con todo el mundo y con todas las cosas. No hay amor más grande que aceptar esto y alegrarse. Pues el amor sólo pide que seas feliz, y te dará todo lo que contribuya a tu felicidad.
9. El Espíritu Santo jamás ha dejado de resolver por ti ningún problema que hayas puesto en Sus manos, ni jamás dejará de hacerlo. Cada vez que has tratado de resolver algo por tu cuenta, has fracasado. ¿No es hora ya de que conectes todos estos hechos y te des cuenta de lo que significan? Éste es el año en que debes poner en práctica las ideas que se te han dado. Pues las ideas son fuerzas poderosísimas que deben ponerse en práctica y no dejar en desuso. Ya te han dado suficientes pruebas de su poder como para que desees depositar tu fe en ellas y no en su negación. Dedica este año a la verdad y déjala obrar en paz. Ten fe en Aquel que tiene fe en ti. Piensa en lo que realmente has visto y oído, y acéptalo. ¿Cómo puedes estar solo con semejantes testigos?