Aceptarse a sí mismo

«Dichosos los que sin ver creyeron.» *

Aceptarte a tí mismo es confiar,  es reconocer tu verdadero Ser.

La confianza es imprescindible para poder hacer la Voluntad del Padre. Si no confías en Él tampoco confías en ti mismo. Aprender a confiar es aprender a soltar todas las creencias que hasta ahora han conformado tu vida y aceptar que sólo hay una Verdad inmutable: Dios es Amor y tú también lo eres. Confiar es creer a pesar de que no veas aún tu verdadero Ser. 

Ésa es la Voluntad del Padre, que te aceptes a ti mismo tal como Él te creó.  Eres Amor, eres Luz, eres Su Hijo. Todo lo que el mundo te muestra es falso, al reconocerlo como 'verdadero' estás negando quién eres. Hacer la Voluntad del Padre es reconocer tu Ser ante cualquier cosa que veas o sientas, reconoces que todo lo que ves es la Luz del Amor de Dios. Haces que la Verdad sea verdad. Niegas lo que no es Verdad simplemente porque no es real. Sólo el Amor de Dios es real.

Por supuesto tienes un Guía que te ayudará en tu empresa, pregúntale a Él qué es lo que estás percibiendo y Él te responderá.  Todo lo que te rodea es amoroso pero tú no lo ves, solo ves la ilusión porque crees que ésta es real por eso precisas recurrir a tu Guía y confíar, a pesar de que no puedas ver Él te muestra siempre lo que hay tras el velo de la ilusión, escúchalo y siénte esa verdad. Cuanto más recurras a Él más fácil te será 'ver'.
No cometas la equivocación de creer que entiendes lo que percibes, pues su significado se te escapa. Mas el Espíritu Santo ha preservado su significado para ti, y si tú le permites que lo interprete, Él te devolverá lo que tú despreciaste. Sin embargo, mientras creas que sabes cuál es el significado de lo que percibes, no verás la necesidad de preguntárselo a Él. 
No sabes cuál es el significado de nada de lo que percibes. Ni uno solo de los pensamientos que albergas es completamente verdadero. Reconocer esto sienta las bases para un buen comienzo. *
Si crees tanto en la verdad como en la ilusión, no podrás saber cuál de ellas es cierta por eso necesitas creer de nuevo.
Para estar dispuesto a aprender de Él tienes que estar dispuesto a poner en duda todo lo que aprendiste por tu cuenta, pues tú, que no te enseñaste a ti mismo bien, no deberías ser tu propio maestro. *  
Tu Guía te enseñará a percibir de nuevo, pues todo lo que has percibido hasta entonces es falso. Deja que sea Él quien te muestre el camino y de esta manera aprenderás a aceptarte a ti mismo.


«¡Confía!»






Texto de Un Curso de Milagros