La visión de Cristo
¿Alguna vez has mirado al cielo azul intensamente y has descubierto unas lucecitas diminutas que se mueven sin parar? Si no lo has hecho te invito a que hagas este experimento, contempla el cielo pero sin fijar la vista en nada en especial, relaja tu mirada y espera, las luces aparecerán. Una vez las veas disfruta, observarás cómo todo se difumina, excepto esas luces. Descansa un momento y vuelve a buscar con tu mirada esas luces, cuando las vuelvas a ver baja suavemente tu mirada, ahora estás mirando frente a ti y ves que las luces también están junto a ti y no sólo en el cielo.
De lo que se trata es que comprendas que esa luz está en todas partes.
Si deseas continuar con el experimento tal vez veas algo a través de esa luz. En mi caso es como un infinito panal de abejas (infinito en el sentido que no veo separación en él) translúcido, de color amarillo, un amarillo intenso, y cubierto de rayos de luz. Se mueve...se comunica...
A raíz de mi experiencia, y revelación, de juventud tuve bien claro cuál sería la prioridad en mi vida. Desde muy pequeña he visto estas luces en todas partes, siempre me he sentido acompañada por ellas y siempre he sabido que algún día sabría por qué las veía. Cuando tuve mi primera revelación en esa etapa de mi adolescencia tuve la oportunidad de comprenderla en ese instante. Pero no era mi momento. Tenía que comprender algo más.
Esas luces no sólo se ven con los ojos abiertos, sino también con los ojos cerrados. Por lo tanto, estoy viendo con otro tipo de visión. Y ¿en qué momentos veo esas luces? Estando relajada, sintiendo simplemente Amor. Entonces, hay una fuerte relación entre la luz y el amor...
¿Cómo sabes que sientes Amor? Porque sientes Dicha y Felicidad.
Y recordé mi revelación. ¡Ésa era la visión de Cristo!
La visión de Cristo te invita a ver todo como Uno, te invita a que dejes de interesarte por las cosas que tus ojos ven porque todo lo que tus ojos ven es separación y por lo tanto nada de lo que ven los ojos del cuerpo es real. La visión de Cristo te invita a ver la luz que envuelve todo, sin excepciones. Esa luz te muestra el camino a lo que en verdad eres. Todo lo que hay es Amor, siéntelo. Cuando no te sea posible ver, siente. Llena tu corazón de Amor, confía en que hay algo muy poderoso en ti, en todo.
Haz que cada paso que des sea dichoso, sea Luz.
Esa Luz nos llama a despertar a nuestra verdadera Identidad.
