9. El ejemplo de Jesús
"—No importa lo difícil que pueda ser: ahora debes caminar sobre la fe y no sobre la vista. ... Busca las verdaderas realidades del espíritu y deja de sentirte atraído por las sombras irreales y materiales."
"—Sé suave. Ama incluso a tus enemigos. Sé tolerante."
"—Yo os digo que una parte de cada padre vive en el hijo.... Pues bien, con los hijos pequeños, el Padre celestial posee una infinita y divina simpatía y comprensión amorosa. El perdón divino, por tanto, es inevitable. ... Cuando un hombre sabio entiende los impulsos internos de sus semejantes, los amará. Y cuando ames a tu hermano, ya le habrás perdonado. Esta capacidad para comprender la naturaleza del hombre y de perdonar sus aparentes equivocaciones es divina. En verdad, en verdad os digo que si sois padres sabios, ésta deberá ser la forma en que améis y comprendáis a vuestros hijos; incluso les perdonaréis cuando una falta de comprensión momentánea os haya separado. El hijo, siendo inmaduro y falto de plena comprensión sobre la profunda relación padre-hijo, sentirá frecuentemente una sensación de separación respecto a su padre. Pero el verdadero padre nunca estará consciente de esta separación. EI pecado es la experiencia de la conciencia de la criatura; no es parte de la conciencia de Dios.
»Vuestra falta de capacidad y de deseo de perdonar a vuestros semejantes es la medida de vuestra inmadurez y la razón de los fracasos a la hora de alcanzar el amor.
»Mantenéis rencores y alimentáis venganzas en proporción directa a vuestra ignorancia sobre la naturaleza interna y los verdaderos deseos de vuestros hijos y prójimo. El amor es el resultado de la divina e interna necesidad de la vida. Se funda en la comprensión, se nutre en el servicio generoso y se perfecciona en la sabiduría."
"—No hay más que un mandamiento y ése es el mayor de todos. Es éste: El Señor, nuestro Dios, es uno. Y lo amarás con todo tu corazón y con toda tu alma, con toda tu mente y con toda tu fuerza. Este es el primero y el gran mandamiento. Y el segundo es como este primero. En realidad, sale directamente de él y es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos." *