23. ¿Juega Jesús un papel especial en la curación?



MANUAL DEL MAESTRO
23. ¿Juega Jesús un papel especial en la curación?


1. Los dones de Dios rara vez pueden recibirse directamente. Aun los maestros de Dios más avanzados sucumben a las tentaciones de este mundo. ¿Sería justo entonces que se les negara la curación a sus alumnos por esa razón? La Biblia dice: "Pide en el Nombre de Jesucristo". ¿Es esto simplemente una invocación a la magia? Un nombre no cura, ni tampoco puede una invocación generar ningún poder especial. ¿Qué significado puede tener entonces apelar a Jesucristo? ¿Qué confiere el invocar su Nombre? ¿Por qué forma parte de la curación pedir en su Nombre?

2. Hemos repetido en muchas ocasiones que alguien que haya aceptado perfectamente la Expiación para sí mismo puede sanar el mundo. En efecto, ya lo ha hecho. La tentación podrá volver a acosar a otros, pero nunca a Ése. Él se ha convertido en el Hijo de Dios resucitado. Ha vencido a la muerte al haber aceptado la Vida. Se ha reconocido a sí mismo tal como Dios lo creó, y al hacerlo, ha reconocido que toda cosa viviente forma parte de él. Ahora su poder es ilimitado porque es el Poder de Dios. De esta manera, su nombre se ha convertido en el Nombre de Dios, pues ya no se considera a sí mismo separado de Él.

3. ¿Qué significa esto para ti? Significa que al recordar a Jesús estás recordando a Dios. Toda la relación del Hijo con el Padre radica en Jesús. Su papel en la Filiación es también el tuyo, y el hecho de que él completó su aprendizaje garantiza tu éxito. ¿Se encuentra él aún disponible para venir en tu ayuda? ¿Qué dijo él mismo al respecto? Recuerda sus promesas y pregúntate honestamente si sería posible que no las fuese a cumplir. ¿Puede Dios fallarle a Su Hijo? ¿Y puede quien es uno con Dios ser distinto de Él? El que transciende el cuerpo transciende también toda limitación. ¿Cómo no iba a estar disponible el más grande de los maestros para aquellos que lo siguen?

4. El Nombre de Jesucristo como tal no es más que un símbolo. Pero representa un amor que no es de este mundo. Es un símbolo que se puede usar sin riesgo para reemplazar a los innumerables nombres de todos los dioses a los que imploras. Constituye el símbolo resplandeciente de la Palabra de Dios, tan próximo a aquello que representa, que el ínfimo espacio que hay entre ellos desaparece en el momento en que se evoca su Nombre. Recordar el Nombre de Jesucristo es dar gracias por todos los dones que Dios te ha dado. Y la gratitud hacia Dios se convierte en la manera en que Él es recordado, pues el amor no puede estar muy lejos de una mente y un corazón agradecidos. Dios puede entonces entrar fácilmente porque éstas son las verdaderas condiciones que hacen posible tu retorno al hogar.

5. Jesús ha señalado el camino. ¿Por qué no habrías de estarle agradecido? Te ha pedido amor, mas sólo para él poder dártelo a ti. Tú no te amas a ti mismo. Pero para Jesús, tu hermosura es tan absoluta e inmaculada que ve en ella la imagen de su Padre. Tú te conviertes en el símbolo de su Padre aquí en la tierra. Él tiene sus esperanzas puestas en ti porque no ve límites en ti, ni mancha alguna que opaque tu hermosa perfección. La visión de Cristo resplandece en sus ojos con perfecta constancia. Él ha permanecido contigo. ¿No te gustaría aprender la lección de la salvación valiéndote de lo que él ya aprendió? ¿Para qué empezar de nuevo, cuando él ya recorrió la jornada por ti?

6. Nadie en la tierra puede entender plenamente lo que es el Cielo ni cuál es el verdadero significado de su Creador. Sin embargo, tenemos testigos. A ellos es a quienes el que es sabio debe acudir. Han existido personas cuyo conocimiento sobrepasó con mucho lo que nosotros podemos aprender. Y no queremos enseñar las limitaciones que nos hemos impuesto. Nadie que se haya convertido en un maestro de Dios verdadero y completamente dedicado se olvida de sus hermanos. Lo que les puede ofrecer, no obstante, se ve limitado por lo que él mismo ha aprendido. Dirígete entonces hacia uno que abandonó todo límite y fue más allá del alcance más elevado que el aprendizaje puede ofrecer. Él te llevará consigo, pues no llegó hasta allí solo. Estabas con él entonces, tal como lo estás ahora.

7. Este curso procede de él porque sus palabras llegan a ti en un lenguaje que puedes amar y comprender. ¿Puede haber otros maestros que señalen el camino a aquellos que hablan lenguas distintas y recurren a símbolos diferentes? Por supuesto que sí. ¿Dejaría Dios a uno solo de Sus Hijos sin una ayuda muy real en tiempos de tribulación, sin un salvador que lo representase? Aun así, necesitamos un programa de estudios polifacético, no porque el contenido sea diferente, sino porque los símbolos tienen que modificarse y cambiar para poder ajustarse a las diferentes necesidades. Jesús ha venido a responder a las tuyas. En él hallarás la Respuesta de Dios. Enseña, entonces, con él, pues él está contigo; él siempre está aquí.   








Texto de Un Curso de Milagros