"—Podéis trabajar para persuadir a las mentes humanas, pero nunca -nunca- debéis atreveros a imponeros. No olvidéis la gran ley de la justicia humana que os he enseñado: lo que deseéis que otros os hagan, hacédselo vosotros a ellos..."
"—Recordad siempre amaros el uno al otro. No luchéis con los hombres, ni siquiera con los no creyentes. Mostrad misericordia, incluso con los que, despreciativamente, abusen de vosotros. Mostraros ciudadanos leales, honrados artesanos, vecinos merecedores de alabanza, parientes devotos, padres comprensivos y sinceros creyentes en la hermandad del reino del Espíritu. Y yo os aseguro que mi espíritu estará sobre vosotros ahora y siempre, hasta el final del mundo..."
"—Conocéis perfectamente el mandamiento que ordena amaros recíprocamente y a vuestro prójimo como a vosotros mismos..." Jesús hizo una estudiada pausa. —Sin embargo, no estoy del todo satisfecho, incluso con esta sincera devoción por parte de mis hijos. Deseo que hagáis mayores actos de amor en el reino de la hermandad de los creyentes. Por eso, he aquí mi nuevo mandamiento: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. ... Con este nuevo mandamiento no cargo vuestras almas con un nuevo peso. Al contrario: os traigo nueva alegría y hago posible que experimentéis un nuevo placer, al conocer las delicias de la donación, por el amor, hacia vuestro prójimo. ... Cuando os invito a amaros los unos a los otros, tal y como yo os he amado, os presento la suprema medida del verdadero afecto. ... Tal experiencia de amor no os libra de las dificultades de este mundo. Pero, ciertamente, hace "nuevo" al viejo mundo..."
"—Recordad: es lealtad lo que yo pido. No sacrificio. La conciencia de sacrificio implica la ausencia de ese afecto incondicional, que hubiera hecho de dicho servicio amoroso una suprema alegría. La idea de deber u obligación significa que, mentalmente, os convertís en sirvientes, perdiendo así la poderosa sensación de practicar vuestro servicio como amigos y para los amigos. La amistad trasciende el significado del deber y el servicio de un amigo hacia otro jamás debe calificarse como sacrificio. El Maestro os ha enseñado que sois los hijos de Dios."
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