24. El ejemplo de Jesús




"Él está en tu interior, humilde, silencioso y pendiente de tus deseos de prosperar mental y espiritualmente. Haz tú lo mismo. Entrégate a él. No seas tonto y aprovecha: abandónate en sus manos. Deja que se haga su voluntad." 
"Hacer la voluntad del Padre es confiar. ¡Es un estilo de vida. Es saber y aceptar que estás en sus manos. Que Él dispone. Que Él dirige. Que Él cuida." 
"Cuando un hijo adopta esa suprema y sublime decisión, el salto hacia la fusión con la «chispa» interior es gigantesco. Ésa es la clave. A partir de ahí, nada es igual. La vida cambia. Todo cambia. Y el Padre responde..." 
"El Padre responde y una fuerza benéfica, arrolladora, se pone al servicio de esa criatura. Cuando el hombre dice «estoy en tus manos» lo da todo. Y Dios convierte a ese hijo en un gigante. Ni él mismo llega a reconocerse. Es mucho más de lo que aparentemente es." 
"Esa «fuerza» que tanto os intriga descendió sobre los hombres por expreso deseo del Creador de este universo. Se llama Espíritu de la Verdad." 
"Ese hombre, el que decide hacer la voluntad del Padre, se llena. Hasta sus más pequeños deseos se ven cumplidos. Sencillamente, como os he dicho, despierta a la gloria y al Amor de Dios. Es el gran hallazgo. Su vida, a partir de ahí, es una continua y gratificante sorpresa. Es el principio de la más fascinante de las aventuras..." 
"Ponerse en sus manos, hacer la voluntad del Padre significa, además, saber. Obtener respuestas." 
"Si optas por hacer su voluntad... Él hará en ti maravillas. Él te cubrirá con un Amor que te levantará del suelo. Y tus miedos, escucha bien, desaparecerán..." 
"Si tu corazón se abre y se hace aliado de la vida, si te abandonas a su voluntad, nada, dentro o fuera de ti, te hará temblar. Como un prodigio, tu alma caminará segura. Nada, querido ángel, ¡nada te hará retroceder! Y esa sensación, ese sentimiento de seguridad te escoltará hasta el fin de tus días." 
"El Amor que se derrama desde el Padre es turbulento. No sabe del reposo. Y deberás irradiarlo. Compartirlo. Catapultarlo. No es de tu propiedad. Pues bien, un día, sin previo aviso, caerás en la cuenta de algo igualmente maravilloso: ¡no existes!, ¡has desaparecido para ti mismo! ¡No cuentas! ¡No exiges! ¡No precisas! ¡No reclamas! Y rubricó la revelación con la mejor de sus sonrisas. ¡Habrás triunfado! En ese momento, al fin, habrás comprendido." 
"Y todo depende de tu voluntad... Si dices «sí», si te abandonas en sus manos, si te dejas gobernar por ese «piloto» interior, romperás las barreras que te limitan. Y tu capacidad de asombro será desbordada una y otra vez. Todo, a tu alrededor, estará a tu servicio. Tú «sí» es el «sí» de Dios. En palabras sencillas: habrás encontrado una mina de oro..."  *
 










Texto de Un Curso de Milagros